Apetito Exquisito

Fernando Duran Acosta (DGDURAN83)

“Él tiene un apetito exquisito”, decía mi tarea de español, yo no tenía ni idea que quería decir esa frase.
Justo pasaba aquel señor del parque, ese que nunca se le puede ver la cara y le pregunte si sabía que significaba, levanto la mirada y entre la capucha pude ver sus ojos color rojo fuego, abrió su boca y tenía dientes muy maltratados de color amarillo y rojo, su lengua era puntiaguda y babeaba un líquido espumoso de color rojo que caía sobre su sucio abrigo, y me dijo en una voz tenebrosa, “apetito exquisito el mío, y solo lo puedo saciar con niños deliciosos como tú”.

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