Día 2- El diminuto resumen de la idea del cuento.

Algo en mi interior me instiga a escribir lo que tengo dentro. Últimamente, llevo escuchando más de lo habitual, frases despreciativas hacia el ser humano (estoy incluido en esa categoría). Todos estos comentarios me hacen hervir la sangre. Estoy totalmente de acuerdo, que los seres humanos somos capaces de lo peor, como guerras, matanzas indiscriminadas, torturas, asesinatos, robos y demás «bondades» de las que todos estamos hartos de escuchar en los medios, y algunos les ha tocado vivirlas, por desgracia, en primera persona. Además, veo ataques acerca del borreguismo y la irresponsabilidad. Ese desasosiego me ha obligado a escribir el diminuto resumen de la idea del cuento.

Todos estos mensajes que se están lanzando al aire me irritan, de tal manera, que necesito escribir sobre ello. No dudo que el ser humano es capaz de las cometer los actos más terribles, pero también podemos realizar acciones maravillosas. Tenemos dos caras, las dos está ahí, no hay que mentirnos. El terror está ahí, es espantoso, no lo discuto, pero lo extraordinario de nuestra especie también lo está, y es espectacular. Tampoco quiero caer en el «buenismo».
Todas estas divagaciones necesito plasmarlas en el papel, y que, a través de una historia, se exterioricen.

Después de estar «jugando» durante un tiempo con mi creatividad, me he decidido por el tipo de cuento que deseo escribir. El género lo tenía claro desde el principio. Una sátira con humor absurdo y humor negro. Como referencia en cine sería una fusión entre la serie «Felizmente casados» y la película «Borat: Siguiente película documental». Os las recomiendo. Bueno, de «Felizmente casados», sólo recomiendo la temporada 1. El resumen que he realizado es insignificante, pero con el paso del tiempo lo iré extendiendo.

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Además, iré pasando revista a los consejos que he dado para intentar que no haya un cuchillo de palo en casa del herrero, o en mi caso una pluma de palo en casa del escritor.

El diminuto resumen de la idea del cuento sería algo así (todo dentro de lo absurdo):

«Un hombre huraño, que odia a la gente en general (por un motivo que habrá que explicar durante el relato), cae en un pozo. Las personas se vuelcan para ayudarle a salir, y el hombre huraño se da cuenta de que las personas no son tan malas como parecen, que tenemos dos caras, como en una moneda.»

La historia ya tiene su estructura:

Inicio: Un hombre huraño que odia a la gente.
Primer punto de giro: Cae a un pozo
Nudo: Todo lo que pasará para intentar salir del pozo.
Segundo punto de giro: Algo se me ocurrirá para que consiga salir del pozo.
Desenlace: Lo que pasa una vez del haya conseguido salir del pozo.

La estructura es simple, pero cumple, perfectamente, con los requisitos de una historia corta. Además, ya responde a algunas de las preguntas que nos debemos hacer en un relato.
¿Hay un cambio del protagonista? Sí, el protagonista comienza la historia odiando a la gente y al mundo en general.
¿Existe un conflicto? Claro, el protagonista quiere salir del pozo, ese es su conflicto externo. Además, tiene un conflicto interno que es el odio hacía las personas (causado por algún motivo que habrá que explicar). El conflicto interno también se debe resolver.

Es triste que un hombre caiga a un pozo. Si queremos un drama de ese tipo sólo tenemos que encender la televisión. El género que he escogido para este relato es el humor, más absurdo que de otro tipo. El tono, en este caso, me lo da el género. Un tono alegre, algo irónico, le viene bien.

Además, se puede ver que de los tres tipos de finales he escogido el más clásico, que el protagonista consigue superar satisfactoriamente su conflicto. No podría ser de otra manera, ya que el mensaje que deseo trasmitir para esta historia es positivo.

Espero que, a grandes rasgos, el resumen y el género que he escogido, sea de vuestro agrado y continuemos juntos en los siguientes pasos.

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