Contenido
1-Introducción
2-Definamos lo que queremos escribir.
3-El proceso de investigación.
4-Estructura de un libro de no ficción.
5-Pon atención al estilo
6-Manos a la obra, ¡a escribir!
——6.1-Técnicas de narración
——6-2-Los diálogos
——6.3-Vocabulario especializado
——6.4-Hábitos de escritura
7-Toca revisar
—–7.1-Verifica hechos
—–7.2-No te pases de información.
—–7.3-Oraciones cortas
8-Recta final: publicación.
—–8.1-Autopublicación
—–8.2-Publicación convencional.
Introducción
El mundo literario es muy extenso. En bibliotecas y librerías puedes encontrar miles de novelas de ficción. El Club de escritura de titubeos de ajolote se enfoca en estas, en la ficción. Pero existen otros campos, también creativos, como la no ficción. En este artículo te ayudamos a escribir ese libro de memorias, ese manual sobre cómo construir algo, o incluso como llevar adecuadamente un negocio. No queremos que nada se quede en el tintero. Lee nuestros consejos, saca la pluma y transfórmate en un excelente escritor de libros de no ficción.
A menudo se piensa que la escritura creativa es solamente para los libros de ficción, pero también puede ser muy útil en los libros de no ficción.
En estos libros, la escritura creativa puede ayudar a iluminar el tema principal del libro y hacerlo más interesante para el lector. A veces, los autores usan la escritura creativa para dar una visión más personal del tema del libro. Esto puede ayudar al lector a comprender mejor el tema y a sentirse más conectado con el material.
Definamos lo que queremos escribir.
Lo primero que deberíamos preguntarnos es el porqué. Cual es el motivo por el que deseamos, inmensamente, publicar un libro. Tal vez seamos unos expertos sexólogos y queramos compartir nuestros conocimientos con el mundo, o nutricionistas avanzados con una dieta para vivir 30 años más. El caso es que, trate nuestro libro de sexología, de nutrición o de carpintería, debemos tener claro qué y cómo, y a quienes va dirigido el futuro libro.
Para llevar este hecho a tierra, pongamos un ejemplo de la conversación que deberíamos tener con nosotros mismos:
- ¿De qué quiero a hablar? ¿Qué conocimientos tengo que son interesantes para los demás?
- De sexología en la adolescencia (por ejemplo).
- ¿Por qué deseo publicar un libro de sexología en la adolescencia?
- Para ayudar a los jóvenes a enfrentarse a su sexualidad, eliminando mitos y evitar el peligro de las redes sociales.
- ¿A que público va orientado el libro?
- A jóvenes y padres preocupados por la banalización de la sexualidad que se vive en nuestra época.
Y este sería el discurso mental que deberíamos tener en nuestras cabezas si quisiéramos escribir un libro sobre sexología en la adolescencia.
“Después de años de estudio y de adquirir conocimientos sobre sexología en la adolescencia, decido escribir un libro para tratar este tema, tan actual, y así ayudar a los jóvenes y/o a sus padres a entender la sexualidad que nos ha tocado vivir en estos tiempos.”
Una vez que tengamos claro el porqué, y nuestro objetivo sea manifiesto, podemos pasar al siguiente punto. Si no, deberemos seguir rebanándonos los sesos hasta definir exactamente el porqué y el para qué de nuestro libro de no ficción.
El proceso de investigación.
El siguiente paso es el de investigar. Aunque ya sepamos mucho del tema, hay que seguir profundizando y, ya que estamos, adquirir otra perspectiva. Un punto de vista más didáctico. Es necesario recordar que nuestro objetivo es escribir un libro instructivo.

Estos son algunos consejos dependiendo de la categoría de libro que se vaya a escribir:
- Si fueran unas memorias. Si lo que pretendemos es escribir unas memorias, podría ser interesante hacernos, nosotros mismos o que nos la haga otra persona, una entrevista. Al tener que contestar preguntas extraeremos anécdotas de lo más recóndito de nuestra mente.
- Si lo que desearas escribir fuera un libro instructivo, primeramente, se debería reunir toda la información posible. Ya sea buscando en blogs, libros, vídeos en las redes, o de cualquier otra manera que añada conocimiento e información.
- Si tu objetivo fuera escribir un libro de autoayuda, también se deberían recopilar datos de expertos, de cursos, etc. Si nosotros mismos ya fuéramos unos expertos, no estaría demás, entrevistarnos al igual que haríamos si escribiéramos unas memorias.
- Si quieres dedicarte a escribir una biografía. Si la persona aún vive, podríamos mantener conversaciones con ella, y/o con sus familiares, amigos, etc. Pero si ha fallecido, no nos queda más remedio que investigar. Bibliotecas y archivos son buenas opciones para recopilar información sobre ese alguien.
- Y, por último, hablamos del caso en que estuvieras escribiendo un libro sobre algún tipo de negocio. Siempre deberíamos obtener beneficios económicos de nuestras publicaciones, ¡qué diablos, es nuestro trabajo! Pero, aún más, si nuestro libro es sobre negocios. La atención se debe centrar en el público objetivo y el conocimiento sobre el mercado del que se escribe. Conocer bien el producto es esencial, tanto, o más, que los comerciales que lo venden.
Estructura de un libro de no ficción.
Los libros de ficción pueden tener una estructura algo menos lineal, dado que la narrativa tiene un carácter más artístico. Sin embargo, nuestra recomendación sobre los libros de no ficción es que la estructura sea totalmente lineal y lógica. El lector podría querer moverse hacia adelante y hacia atrás en cualquier momento, y debería poder dirigirse con facilidad a cualquier parte donde quiera ir. Por ello, es bastante recomendable dedicar tiempo a perfeccionar el índice. En una novela de ficción, normalmente no se acude mucho a esta parte del libro, pero en los libros de no ficción, es probable que el lector consulte el índice a menudo.
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Pon atención al estilo
Cuando escribimos una novela de no ficción debemos tener en cuenta que el estilo es diferente al de una novela de ficción. En la de no ficción son importantes las referencias, diferentes formatos dependiendo de definiciones, notas al margen y otra serie de componentes aclaratorios necesarios para dar credibilidad al texto. En la siguiente imagen tenemos un ejemplo de libro de no ficción, un libro instructivo, «Filosofía para dummies».

Manos a la obra, ¡a escribir!
Una vez hemos terminado con la planificación pasamos a la escritura del libro propiamente dicha. A sentarnos y a escribir.
Técnicas de narración
Las técnicas de narración son también importantes a la hora de escribir un libro de no ficción. Aprendemos más si nos lo muestran como una historia. Cuando un texto se nos hace ameno, prestamos atención, nos concentramos y no queremos parar de leer. Sólo hay que darle un toque de novela, para embellecer, no vayamos a pasar la línea que la separa de la ficción porque le restará credibilidad al texto.
Los diálogos
Los diálogos en los libros de no ficción también son importantes. Ya sea un diálogo inventado o un diálogo real, siempre hará la lectura más fluida, y proporcionará ese toque de realismo que aumenta la percepción de veracidad del texto.
Vocabulario especializado
El vocabulario especializado hay que evitarlo siempre que se pueda. Es posible que el libro caiga en manos de algún experto, pero también cabe la posibilidad de que lo lea alguien con pocos conocimientos del tema. Si ese neófito se encuentra con una jerga complicada, que no conoce, se aburrirá enseguida. En el caso de que necesitemos meter esos vocablos especializados, tendremos que explicarlos y repasarlos varias veces durante el texto, para que el usuario menos avanzado, no se pierda y cierre el libro para no volverlo a abrir.
Hábitos de escritura
A la hora de escribir te recomendamos, para cualquier proyecto no sólo la escritura de un libro de no ficción, que planifiques unos hábitos de escritura. Tal vez las musas te visiten más al amanecer, o seas de los que piensan mejor cuando todo el mundo duerme, pero créate un hábito. Define un horario o un cierre de trabajo (por ejemplo, semanal o mensual), verás como con paciencia y disciplina se llega a la luna y más allá.
Toca revisar
Una vez que tenemos un primer borrador llega la hora de la revisión. ¡Qué divertida es la etapa de la creación comparado con la de revisión! Edita, revisa, corrige, el tiempo para esta fase debe ser el triple o cuádruple del tiempo para imaginar o concebir el texto.

Verifica hechos
En lo libros de no ficción es muy sumamente importante verificar los hechos. Si escribimos el dato sobre la tasa de natalidad del siglo XVIII, ese dato debe estar contrastado, y si es posible se debe poner la referencia, o una nota a pie de página, mencionando de donde obtuvimos ese dato. Si nos confundiéramos y pusiéramos un dato incorrecto, el lector perdería la confianza en todo el libro. Respecto a los datos, en esta categoría no puede haber confusión. Se deben revisar una y otra vez, hasta que estemos seguros de su veracidad.
No te pases de información.
Por otro lado, cabe destacar, que tan malo es quedarse corto con la información que presentamos en nuestro libro, como la sobreinformación. Al escritor le suele apasionar el tema de su libro (o debería), y la pasión puede hacer que nos animemos demasiado. Por eso, es necesario, mientras revisamos nuestro libro de no ficción, sacar las tijeras y cortar. A menudo es una tarea dura. Es como un niño que debe escoger un pastel en una pastelería llena de ellos, pero es una tarea necesaria y decisiva, donde es probable que los mejores libros sean a los que les han aplicado más la tijera.
Oraciones cortas
Otra cuestión para tener en cuenta es el número de palabras de las oraciones. Los escritores de libros de no ficción deberían usar frases cortas, de no más de 30 palabras. Ese estilo es más didáctico porque las pausas dan más tiempo al lector a asimilar lo aprendido.
Recta final: publicación.
El libro ya está pensado, escrito y super corregido, o sea, terminado y dispuesto a salir a la calle. ¿Cómo lo vas a hacer? ¿publicación tradicional? ¿autopublicación? Analizamos las ventajas de ambas opciones.
Autopublicación
Algunas de las ventajas de la autopublicación:
- El tiempo necesario para que el libro salga a la calle es menor, ya que la rapidez del proceso depende del escritor y no de un tercero, como las editoriales.
- El beneficio económico es mayor por venta de libro que si se hiciera por el método convencional.
- No es necesario cargar uno solo con todo el trabajo. Se puede contratar los servicios que deseemos y pagar sólo por ellos. Por ejemplo, para las portadas, es recomendable, a no ser que tengamos experiencia, contratar un diseñador. La portada de un libro es lo primero que le entra por los ojos al lector y debe ser un trabajo profesional.
- Si nos decidimos por la autopublicación se debe valorar hacerlo a través de Amazon. Esta macroempresa, conocida por todos, tiene buenas herramientas para creación, promoción y distribución de tu obra.
Publicación convencional.
La publicación a través de una editorial es más complicada de conseguir, pero no imposible. Se publican a través de ellas miles de libros todos los años, ¿por qué el tuyo no?.
La dificultad primera que nos encontramos es que acepten nuestro manuscrito. Luego, si la editorial ve que puede hacer negocio con tu libro, pues se pondrá en contacto contigo para firmar el contrato. A partir de ahí, se encargan de todo. Eso sí, te tocará asistir a alguna presentación para promocionarte, pero todo el proceso de publicación lo llevará la editorial.
Escoger autopublicación o publicación convencional es indiferente. De lo sí nos debemos preocupar nosotros, como escritores, es de que nuestro libro tenga muy buena de calidad.
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