Prosochè

Arriano

Por un momento pudo experimentar la atención plena sentado en el parque. La vigorosidad del
ejercicio físico había dado lugar a un estado de relajación exquisito, algo que le llevó a cerrar los
ojos y dedicarse a ser simplemente estando. Durante un espacio de tiempo indeterminado, pudo
comprender la verdad de lo que le rodeaba: era parte del todo y no algo ajeno a ello. Sin
embargo, esa sensación tan indescriptiblemente placentera, desapareció con la misma celeridad
con la que había llegado a su alma. Lejos de sentirse triste, su espíritu ahora se tornaba sereno
y en paz

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