Guía completa de Robert McKee. ¿Cómo escribir tu propio guión?

¿Estás pensando en escribir un guion para una película, serie de televisión o documental? Entonces debes familiarizarte con los principios de Robert McKee. En este artículo, explicaremos cómo podrás adaptar esos principios a tu propia obra para crear el mejor guión posible.

¿Qué es un guión?

Un guión es un documento escrito que contiene las instrucciones para la producción de una película, programa de televisión o videojuego. Se trata de un plan detallado que describe cada elemento de la historia, desde los personajes y el argumento hasta los diálogos y las descripciones de escena.

Robert McKee

Por qué Robert McKee es tan importante en la escritura de guiones

Desde el momento en que Robert McKee se convirtió en guionista a mediados de la década de 1970, ha sido una figura central en el mundo del cine y la televisión. Ha escrito o colaborado en más de tres docenas de películas, incluyendo clásicos modernos como «Risky Business», «Thelma & Louise» y «L.A. Confidential». McKee también es conocido por sus seminarios intensivos de fin de semana sobre la escritura de guiones, que han atraído a miles de aspirantes a guionistas de todo el mundo.

McKee ha escrito un libro de referencia para los guionistas, «El guión: Sustancia, estructura, estilo y principios de la escritura de guiones«, así como varios libros sobre el proceso creativo. En su obra maestra «El guión«, McKee explica cómo construir personajes convincentes y narrativas conmovedoras a través de la estructura narrativa clásica. Estos principios se han convertido en el canon de la escritura de guiones, y los aspirantes a guionistas pueden aprender mucho sobre la disciplina al observar la obra de McKee.

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Los elementos básicos del guión según Robert McKee

El libro de McKee, «El guión«, es una lectura obligada para cualquier persona que desee escribir un guión. En él, se describen los elementos básicos de un buen guión y se proporcionan ejemplos de películas que los utilizan. Los principios descritos por McKee son los siguientes:

Un buen guión tiene un argumento sólido. El argumento es la estructura del guión, la historia que se cuenta. Debe tener un inicio, un nudo y un desenlace.

Un buen guión tiene personajes interesantes y complejos. Los personajes deben ser consistentes y tener motivaciones claras. Deben cambiar y evolucionar a lo largo de la historia.

Un buen guión tiene escenas bien construidas. Cada escena debe tener un objetivo claro y contribuir al argumento principal de la historia. Las escenas deben ser visualmente interesantes y emocionalmente impactantes.

Un buen guión tiene diálogo inteligente y natural. El diálogo debe ser convincente y fluir de forma natural. Debe ayudar a contar la historia y permitir al espectador conocer mejor a los personajes.

Un buen guión tiene un ritmo óptimo. El ritmo es el tiempo que transcurre entre un hecho y otro. El ritmo debe mantenerse constante para evitar aburrir al espectador. Debe haber momentos de mayor intensidad para generar suspense o emoción.

Un buen guión tiene un estilo único. El estilo debe diferenciar el guión de otros del mismo género y ayudar a contar la historia de forma única. El estilo debe ser consistente con el tono elegido para el guión.

Un buen guión es visualmente interesante. El lenguaje visual debe ser creíble y emocionalmente impactante. Los escenarios, los planos y los movimientos de cámara deben contribuir a la historia.
Estos son los elementos básicos de un guión según Robert McKee. Cualquier persona que desee escribir un buen guión debe conocer y entender estos principios.

Cómo desarrollar un personaje para tu guión

El desarrollo de personajes es una de las partes más importantes de escribir un buen guión. Si bien es posible que tengas una idea general de cómo será tu protagonista o antagonista, es importante que les des vida para que empaticen con el público. Según el famoso guionista y profesor Robert McKee, hay cuatro pilares fundamentales para construir personajes complejos y realistas: objetivos, motivación, conflictos internos y conflictos externos.

A continuación, te explicaremos cómo aplicar estos cuatro elementos a la hora de desarrollar a tus personajes.

Objetivos: Todo personaje necesita tener un objetivo claro, ya sea salvar al mundo, encontrar el amor o simplemente sobrevivir. Sin un objetivo definido, el personaje carece de dirección y el público no empatizará con él.
Para ayudarte a definir mejor el objetivo de tu personaje, puedes hacerte preguntas como: ¿Qué quiere que suceda? ¿Qué es lo que hará para lograrlo?

Motivación: Esta es la razón por la cual tu personaje está luchando por alcanzar su objetivo. Puede ser una motivación interna o externa. Por ejemplo, un personaje podría tener una motivación interna, como el deseo de ser el mejor en lo que hace, o una motivación externa, como salvar a alguien a quien ama.

Conflictos internos: Estos conflictos son aquellos que siente el personaje consigo mismo. Por ejemplo, si el personaje tiene temores sobre sus capacidades y habilidades para lograr su objetivo, estará constantemente luchando con sus propias dudas. Estos conflictos son importantes porque ayudan al público a conectar emocionalmente con el personaje.

Conflictos externos: Esta es la lucha del personaje contra los obstáculos que se interponen en su camino para lograr su objetivo. Pueden ser otros personajes, circunstancias o cualquier otra cosa que impida al protagonista avanzar hacia el final de su historia. Estos conflictos externos deben ser retados y superados por el personaje para que la historia sea interesante.

Estos cuatro elementos son fundamentales para construir un buen personaje y desarrollar su historia de forma significativa. Si los aplicas correctamente, tu guión tendrá más profundidad y tus personajes serán memorables para el público.

Cómo crear el argumento y la estructura de tu guión

Aunque puede parecer abrumador al principio, escribir un guión no tiene por qué ser difícil. De hecho, siguiendo los principios de Robert McKee, puedes lograrlo con éxito. Antes de empezar a escribir tu guión, debes tener claro el argumento y la estructura de tu historia. Aquí te explicamos cómo hacerlo.

El argumento es el núcleo de tu historia y se compone de tres elementos: la premisa, el conflicto y el desenlace. La premisa es la idea central de tu historia, mientras que el conflicto es lo que impide que se resuelva. Por último, el desenlace es el momento en que todo se resuelve y se cierra la historia. Para crear un buen argumento, debes asegurarte de que estos tres elementos estén presentes y sean sólidos.

Una vez que tengas claro el argumento de tu historia, debes pasar a pensar en su estructura. McKee dice que toda buena historia tiene tres actos: un acto introductorio en el que presentas a los personajes y la situación, un acto central en el que se desarrolla el conflicto principal y un acto final en el que se resuelve el conflicto. Estos tres actos deben estar claramente definidos para garantizar que tu guión tenga un buen ritmo y esté equilibrado.

Consejos prácticos para escribir guiones

Aquí tienes algunos consejos prácticos para ayudarte a ponerte en marcha.

Antes de nada, debes leer muchos guiones. No hay mejor manera de aprender a escribir un buen guión que leyendo ejemplos de otros autores. Toma notas de lo que te gusta y lo que no te gusta, y analiza cómo están construidos los personajes y las tramas.

Aprende los fundamentos del formato del guión. Un buen guión se compone de una serie de elementos clave, como la sinopsis, la escena, el diálogo y el montaje. Asegúrate de familiarizarte con todos ellos antes de empezar a escribir tu propio guión.

Utiliza la estructura clásica del argumento dramático. La mayoría de los guiones siguen un modelo clásico de cinco actos. Trata de seguir esta estructura para garantizar que tu guión tenga un buen ritmo y que presente los personajes y la trama de forma eficaz.

Desarrolla tus personajes. Los personajes son un elemento clave para crear un buen guión, así que asegúrate de pasar el tiempo necesario para desarrollarlos y darles vida. Crea biografías detalladas para cada uno para poder entender mejor sus motivaciones y decisiones.

Escribir con disciplina. Escribir un guión es un proceso largo y complicado, así que sé disciplinado y reserva tiempo cada semana para dedicarte a escribirlo. Establece objetivos diarios o semanales realistas, como completar un capítulo o un número determinado de páginas, y trabaja para alcanzarlos.

Sigue estos consejos prácticos para ayudarte a escribir un guión y verás los resultados en poco tiempo.

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